El futuro no es ya lo que solia ser
Arthur C. Clark 1917-2008
El que era y sera considerado como uno de los pilares en el ambito Sci Fi, Arthur Charles Clark murio en la madrugada del miercoles 19 de marzo a causa de un paro cardio respiratorio a la edad de 90 años. Arthur C. Clark es alguien muy conocido en la esfera Sci Fi dado sus relatos sobre el futuro de la humanidad, uno de los cuales termino siendo recogido por Stanley Kubric para filmar 2001 Odisea en el Espacio. Gracias a esa pelicula de culto la mayoria de nosotros pudimos conocer a este gran visionario. En los años cuarenta del siglo pasado Arthur C. Clark vaticinaba lo que quince años despues se conocerian como satelites de comunicaciones. Y mucho antes, en la decada de los treinta, en uno de sus primeros relatos habia afirmado que el hombre pisaria la luna antes del 2000. Algunos pensaron que el tipo estaba loco, pero cuando Neil Amstrong piso la luna en el año 1969 cientificos de la Nasa tuvieron que aceptar que Arthur C. Clark fue uno de los guias para la realizacion del proyecto.
Este sabado 22 de marzo es el entierro de este escritor en Colombo, Sri Lanka (ex Ceilan) donde fue a vivir en 1956 atraido por la geografia de la zona y por la espectacular vista acuatica, del cual era muy aficionado. En sus escritos se firmaron lo que luego serian conocidos como Las tres leyes de Clark
1. Cuando un anciano y distinguido científico afirma que algo es posible, probablemente está en lo correcto. Cuando afirma que algo es imposible, probablemente está equivocado.
2. La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse hacia lo imposible.
3. Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.
Arthur C. Clarke formuló la primera de estas Leyes en el ensayo "Peligros de la profecía: la falta de imaginación" (Hazards of Prophecy: The Failure of Imagination) del libro "Perfiles del futuro" (1962) (Profiles of the Future).
En una edición revisada del libro "Perfiles del futuro" (1973), Clarke desarrolló la Segunda Ley y propuso la Tercera, con la idea de redondear el número:
"Si tres leyes fueron suficientes para Newton, modestamente decido parar aquí", agregó.
De estas leyes, la tercera es la más ampliamente conocida.
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