viernes, 23 de enero de 2009

Pronto: ¡El Freak se va al Salvador!

Celina y yo teníamos mucho tiempo planeando esto. La separación era tanta y la calidez de nuestros encuentros en el vídeo chat seguía siendo fuerte, muy fuerte. Ni ella ni yo veíamos que alguno de nosotros se cansara de estar todas las noches viéndonos a través de un lcd. Pero extrañamos el roce de una mano junto a la tuya. Se extraña a horrores el beso cálido y suave del ser amado. Se extraña decirle al oído "te amo" antes de morderlo muy suave y sexy.
En simples y llanas palabras: Entrañábamos el podernos tocar. Y estábamos super calientes...
Ustedes la tienen fácil, chicos. Su novi@ esta al lado o vive a unos minutos de sus casas y pueden estar a su lado a cualquier hora. O tal vez suceda que Celina y yo nos la pusimos difícil y decidimos probar eso de la relación a distancia. Saben, vale la pena, a pesar que nos vean como locos, a pesar que se burlen. Cuando se ama las dificultades se ven como son, pero a la vez se ven fáciles de manejar.
Después que Celina se alejo de mis brazos decidimos casarnos. Pero para esto tenia que conseguir trabajo, algo que pensé ocurriría casi al instante pues salia (explotado) de Metro y pues trabajar allí un año es algo difícil. Sin embargo no encontré trabajo hasta enero del 2008 cuando caí en el Casino Astoria.
Ya con trabajo Celina y yo ideamos un plan que nos aseguraria volver a encontrarnos las caras. Fue un poco difícil, pero se dio. Al comienzo el ahorro era menos de lo que termine guardando. Era una época antes de la crisis. Con un dolar que llego a pesar S/2. 74 vi que mis proyecciones de ahorro se cumplirian con creces, e incluso podría disponer de mi aguinaldo de agosto en lo que yo quisiera. Estaba confiado en que el dolar se mantendría a la baja o se mantendría en ese precio porque las lumbreras del Banco Central de Reserva de mi lindo Perú decían que llegaríamos a diciembre con ese precio. Que el nuevo sol, gracias al precio del metal, del precio del crudo y a la papada de San Alan estaba super fuerte. Que el Nuevo Sol era la Jessica Alba de las monedas latinas.
Hasta que llego agosto y todo se fue a la mierda. Comenzo la crisis hipotecaria y el dolar se disparo hasta los S/. 3.01 En un instante perdí casi un 20 % de lo proyectado a fin de año, lo cual me obligo a guardar lo poco que me quedaba de mi sobre de agosto. Tuve que configurar mi ahorro mensual para llegar a la meta de los dos mil cuatrocientos soles (S/. 2 400) que gustaría para comprar el pasaje y tener algo de bolsa de viaje. Y para colmo de males pareciera que nadie quiere viajar a Centro América pues el vuelo común sin escalas al Salvador cuesta nada mas que $880 dolares (via Taca)
Era para ponerse a llorar. De hecho llore a escondidas cuando me vi en semejante situación.
Sin embargo Celina estuvo alli para darme ánimos. Con palabras reconfortantes me insto a seguir con el plan y confiar que cuando se venciera mi contrato el precio de los pasajes hacia Centro América bajara. Y eso sucedió. Ni bien se venció mi contrato apareció dos ofertas en Taca y en Copa. El maldito vuelo constaban $500 y $515 dependiendo la aerolínea. Eso era algo que podía pagar y que estaba dentro de mi presupuesto.
Pero antes tenia que pasar por el Consulado Salvadoreño. Celina tuvo que enviar una carta formal de invitación a su consulado para que me acepten los tramites. Me dieron los formularios para llenar y las cosas que me pidieron y en una velocidad increíble para mi al día siguiente tenia todo lo que me pidieron. El motivo de mi apuro era que las promociones se acababan el Lunes de la semana siguiente.
Pero luego de un par de argucias bancarias, me dieron mi visa. Y ya tengo mi pasaje en mano. Viajo este 18 a buscar a Celina. Nuevamente estaré en sus brazos.
Y saben, toda esta mierda de tramites y tiempo valió la pena.

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